Un 10 de enero en 49 a. C.: Julio César cruza el río
Rubicón, marcando el inicio de la segunda guerra civil de la República romana.
(El 1 de enero de 49 a. C., Marco Antonio leyó una carta de César en el Senado, en la cual el procónsul se declaraba amigo de la paz. Tras una larga lista de sus muchas gestas, propuso que tanto él como Pompeyo renunciaran al mismo tiempo a sus mandos. El Senado ocultó este mensaje a la opinión pública. Metelo Escipión dictó una fecha para la cual César debería haber abandonado el mando de sus legiones o considerarse enemigo de la República. La moción se sometió inmediatamente a votación. Solo dos senadores se opusieron, Curio y Celio. Marco Antonio, como tribuno, vetó la propuesta para impedir que se convirtiera en ley.
Rubicón: Tras el veto de Marco Antonio a la moción que obligaba a César abandonar su cargo de gobernador de las Galias, Pompeyo notificó no poder garantizar la seguridad de los tribunos. Antonio, Celio y Curio se vieron forzados a abandonar Roma disfrazados como esclavos, acosados por las bandas callejeras.
El 7 de enero, el Senado proclamó el estado de emergencia y concedió a
Pompeyo poderes excepcionales, trasladando inmediatamente sus tropas a Roma. El
10 de enero de 49 a. C., César recibió la noticia de la concesión de los
poderes excepcionales a Pompeyo, e inmediatamente ordenó que un pequeño
contingente de tropas cruzara la frontera hacia el sur y tomara la ciudad más
cercana. Al anochecer, junto con la Legio XIII Gemina, César avanzó hasta el
río Rubicón, la frontera natural entre la provincia de la Galia Cisalpina e
Italia y, tras un momento de duda, dio a sus legionarios la orden de avanzar.
La guerra había comenzado.)
Alea iacta est.
Cayo Julio César
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