Las termas del Emperador Diocleciano fueron
construidas entre los años 298 y 306 d. C. y su tamaño y capacidad para recibir
a más de 3.000 personas, la colocan como el complejo termal más imponente jamás
construido en Roma.
Las termas guardaban la construcción
habitual de estos establecimientos, divididos en varias salas o ambientes: el
frigidarium (baño frío), el tepidariumtual (baño con agua tibia) y el caldarium
(baño caliente).
Además contenía amplias zonas de
esparcimiento con bonitos jardines, zonas para realizar actividades deportivas
e incluso de bibliotecas.
Todo un plan para pasar el día en la Roma
Imperial.
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