"Crear una patria a los
pueblos dispersos en discordia, y hacer ciudad y ciudadanía lo que era conjunto
abigarrado de bárbaros y decadentes.
Instituir en el mundo el Cesarismo y la unidad. Esa es la tarea, enorme y providente, que inicia la República y concluye Trajano.
Trajano, pues, significa, en la historia de Roma, el término feliz de su obra universal. Remate y consolidación de una tarea de siglos y para los siglos. Pero Trajano es al mismo tiempo -ya lo hemos visto- un español. Y no un español cualquiera, sino un arquetipo de español. Es, decíamos en cita augusta de Basterra, la entrada en acción de España en los destinos de Roma.
España, que enriquece al Imperio; que le proporciona un siglo de poetas y
pensadores; que robustece sus legiones y asimila su espíritu; España, sangre
del Imperio e Imperio ella misma desde los años de Augusto, remata y concluye
por medio de Trajano la obra romana."
Santiago Montero Díaz; De Caliclés a Trajano; Estudios sobre historia política del mundo antiguo; 1948.
Santiago Montero Díaz; De Caliclés a Trajano; Estudios sobre historia política del mundo antiguo; 1948.
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